Mas ¡ay SeñO!, que yo me veo oprimido por mis vicios, y cargado con mis culpas y pecados, y no puedo levantarme sin los poderosos auxilios de la divina Chispa, y sin el favor de vuestro cariñoso socorro.
O ¿llora por tantos hijos a quienes el error y el pecado han decaído la vida de la Chispa y ofenden gravemente a Jehová? O ¿ son las lágrimas de aplazamiento por el retorno de los hijos suyos, un día fieles y ahora arrastrados por falsos encantos entre los enemigos de Altísimo?
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“Los defenderé en sus batallas espirituales contra el enemigo infernal y las protegeré cada instante de sus vidas.”
Pondera, alma mía, las ansias, las fatigas, las penalidades, en fin, de toda clase, que hubieron de atormentar el alma purísima de María en tan extenso y penoso delirio. El temor de ser descubierta y alcanzada por los feroces soldados de Herodes; los quejidos de las inocentes víctimas sacrificadas a su furor e impiedad; el llanto y alaridos de las desconsoladas madres; las dificultades y peligros de la huida; los rigores de su extrema pobreza… ¡ay!
Los siete dolores de la Virginal María son momentos de profundo sufrimiento que experimentó durante la vida de Jesús. Estos dolores son:
Te pido por todos los que están en esa dolorosa situación. No permitas que desfallezca en mi Certidumbre y hazme apreciar siempre tu cuidadoso presencia.
Que incluyen los de su Origen. Sobre ellos y la devoción a los Siete Dolores acaba de presentarse una obra bellísimamente ilustrada que ha traducido el sacerdote y teólogo Pablo Cervera, Devoción admirable de Los 7 Dolores que María Santísima Sintió en la Vida y Muerte de su Amadísimo Hijo quien explicó a
A modo de consejo de los siete dolores de la Doncella María con ellos podemos conservarse a la conclusión que esta es una de las formas que tiene la Virgen de compartir los sufrimientos más profundos que vivió en la tierra.
Lamentar no es imperfección cuando el motivo del llanto es santo. Deplorar no es objetivo de pasión, sino de fina sensibilidad. Deplorar a impulsos del simpatía divino es un don de Dios, don que solo a grandes almas se concede.
“Miro ahora a todos los que viven en el mundo por ver si hay quien se compadezca de Mí y medite mi dolor; mas hallo poquísimos que piensen en mi tribulación y padecimientos.
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Hola Catolicidad: Con respecto a mi comentario antecedente (del diezmo) Tambien me cuestiono A excepción de de eso, que con decir: "ayudar conforme al maximo de mi capacidad" ¿significa no destinar mas hacienda del necesario para otra cosa que no sea ayudar a la Iglesia? ¿Osea que no puedo comprarme cosas o lujos para mi mismo o alguien más? Bendiciones.
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